Feijóo, Mazón y otros chicos del montón (III): El funeral

El hasta ahora presidente de la Generalitat Valenciana dimite y deja al PP valenciano en funciones, abriendo un incierto pulso con Vox y el riesgo de elecciones en marzo

El president valenciano ha pedido que le busquen sustituto, pero seguirá en el cargo en funciones. Finalmente, ha habido renuncia formal. En cierta forma, lo que ha hecho Mazón es delegar su propia crisis, trasladando la responsabilidad política a quienes le rodean y repartiendo entre los suyos la carga de decidir su sustituto. Y en ese interregno, el posible bloqueo entre el PPCV y Vox para consensuar un relevo podría mantenerlo, paradójicamente, en el poder durante semanas o incluso meses. Una dimisión completa implicaría dejar hasta el escaño. Mazón no lo ha hecho.

Feijóo, fuera de la realidad

Desde Madrid, Feijóo ha hablado de la “dimisión” de Mazón como si fuera un hecho consumado antes de que ocurriera. Un error de comunicación, sí, pero sobre todo un síntoma: el líder del PP está fuera del circuito de información real de su propio partido. Feijóo se mueve entre versiones contradictorias, filtraciones y comparecencias de prensa que no encajan con los hechos y un discurso que ya no refleja lo que ocurre en los territorios. El relato que sale de Valencia ha dejado de tener correspondencia con el que se construye en Génova.

La dirección nacional apostaba por María José Catalá, alcaldesa de Valencia, como sustituta, con una jugada que pretendía reforzar su figura unificando poder autonómico y municipal. Pero esa operación, cocinada en Génova 13, ha chocado contra el muro del PPCV, que ni acata ni disimula su autonomía.