Polonia en el filo: el nacionalista Karol Nawrocki gana por la mínima y bloquea a Tusk
La ajustada victoria del ultraconservador anticipa una legislatura de veto presidencial, parálisis institucional y confrontación con la UE. Un país partido entre dos modelos de nación
“Salvaremos a Polonia. No permitiremos que el poder de Tusk sea completo”
— Karol Nawrocki, noche electoral
1. Una victoria ajustada, un país dividido
Polonia celebró este domingo unas elecciones presidenciales que reflejan con claridad la fractura social y política del país. Con un resultado extremadamente ajustado, el nacionalista Karol Nawrocki se impuso al liberal Rafał Trzaskowski:
Karol Nawrocki (Ley y Justicia - PiS): 50,89 %
Rafał Trzaskowski (Plataforma Cívica - PO): 49,11 %
La participación alcanzó el 71,63 %, una de las más altas desde 2005.

La división territorial refleja una polarización estructural: campo contra ciudad, catolicismo tradicional contra valores liberales, y nacionalismo contra europeísmo.
2. Nawrocki: un outsider con discurso reaccionario
Exguardia de seguridad con un pasado controvertido (acusaciones de proxenetismo, violencia futbolística y apropiación de inmuebles), Nawrocki representa la nueva cara del populismo nacionalista polaco.
Apoyado por el partido PiS y por la administración estadounidense de Donald Trump, su discurso gira en torno a la defensa de la "normalidad":
Defensa de la familia tradicional y la religión católica.
Rechazo a los derechos LGBTQ+ y al aborto.
Críticas al federalismo europeo y a las políticas climáticas.
Promesa de bloquear la entrada de Ucrania en la OTAN.
Este posicionamiento le ha permitido movilizar con eficacia al electorado conservador, especialmente en zonas rurales y entre votantes con bajo nivel educativo.
3. Implicaciones institucionales: bloqueo a Tusk
Aunque el presidente en Polonia no tiene un poder ejecutivo pleno, sí dispone de herramientas clave:
Puede vetar leyes aprobadas por el Parlamento.
Puede remitir leyes al Tribunal Constitucional.
Dado que el gobierno de Tusk no cuenta con una mayoría suficiente para levantar esos vetos, la llegada de Nawrocki paraliza de facto la agenda legislativa liberal, incluyendo la reforma judicial y la alineación con los estándares democráticos de la UE.
4. Participación en cifras
El dato del 71,63 % evidencia la importancia simbólica de estos comicios. La campaña de Nawrocki consiguió una movilización emocional del electorado conservador, mientras que Trzaskowski no logró activar con igual éxito al voto progresista más joven.
5. Radiografía del electorado
Por edad
Nawrocki ganó entre los más jóvenes (18-39) y mayores de 60, mientras que Trzaskowski tuvo mejor desempeño entre las franjas medias.
Por nivel educativo
Nawrocki arrasó entre votantes con estudios primarios (73 %) y formación profesional.
Trzaskowski dominó entre quienes tienen estudios universitarios (61 %).
La brecha educativa se consolida como eje estructurante del voto.
Por profesión
Nawrocki fue el candidato preferido de agricultores (80,1 %) y obreros industriales (69,3 %).
Trzaskowski se impuso entre directivos (63,7 %), estudiantes (55,7 %) y propietarios de empresas.
6. Qué viene ahora
Gobernabilidad bloqueada: Tusk deberá gobernar bajo veto presidencial, lo que complica cualquier reforma ambiciosa.
Tensión con Bruselas: Nawrocki puede frenar avances clave en justicia, clima o derechos civiles.
Reconfiguración del ciclo político: PiS podría intentar forzar elecciones legislativas anticipadas. Si fracasa, el equilibrio continuará congelado hasta 2027.
Claves europeas
El eje franco-alemán observa con preocupación: la victoria de Nawrocki refuerza a los bloques iliberales dentro de la UE.
Polonia se alinea con la nueva derecha global: Trump, Meloni, Milei, Bukele... Nawrocki es parte de ese ecosistema.