ComPol #5 Lo que une a Mamdani y Obama (y lo que ya no)
Del “Yes We Can” a “Life should be easier”. Dos generaciones distintas, una misma ambición: devolver a la política su capacidad de esperanza
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🧭 El hilo conductor: esperanza, comunidad y autenticidad
Entre la campaña de Barack Obama en 2008 y la trayectoria comunicativa de Zohran Mamdani, recién elegido nuevo alcalde de Nueva York y referente progresista, hay casi veinte años de distancia y una diferencia ideológica considerable. Pero ambos comparten una intuición poderosa: la comunicación política más efectiva no se impone, se contagia.
Obama transformó la promesa de cambio en una épica nacional. Mamdani convierte la urgencia social (la vivienda, el racismo estructural, la dignidad del trabajo) en una conversación vecinal. El primero hablaba a una nación en busca de esperanza; el segundo, a una generación desencantada que busca utilidad. Ambos consiguen lo mismo por vías distintas: devolver humanidad al discurso político.
🧠 2008: Obama y el nacimiento del relato participativo
La campaña presidencial de Obama (2008) redefinió la comunicación política moderna. Por primera vez, una candidatura utilizó Internet no solo como canal, sino como espacio emocional compartido. El equipo en el que participaron David Axelrod, David Plouffe y Chris Hughes (cofundador de Facebook) construyó un modelo que sigue siendo referente.
Tres ejes lo hicieron posible:
Esperanza como identidad política. “Yes We Can” no fue un eslogan, sino un código emocional: un marco de pertenencia transversal.
Participación distribuida. La plataforma My.BarackObama.com permitió a millones de voluntarios organizarse de forma autónoma. La política se hizo red antes de que existieran los movimientos virales.
Estética de coherencia moral. Los carteles de Shepard Fairey, los discursos de Grant Park y los vídeos de campaña formaban una narrativa visual unificada: limpia, luminosa, inspiradora.
Obama logró lo que muy pocos: convertir una candidatura en un movimiento emocional y digital al mismo tiempo.
💡 2025: Mamdani y la política de la proximidad radical
Mamdani, hijo de inmigrantes ugandeses e indio por ascendencia, nació en Kampala y creció en Queens. En 2020 fue elegido miembro de la Asamblea del Estado de Nueva York por el distrito 36 (Astoria) y, desde entonces, se ha convertido en una de las voces más influyentes de la izquierda local estadounidense, junto a figuras como Alexandria Ocasio-Cortez o Julia Salazar.
Su comunicación política (abordada ampliamente en esta newsletter) ha evolucionado hacia un modelo que podríamos llamar proximidad radical: una mezcla de activismo de base, pedagogía social y lenguaje cotidiano.
Voz de comunidad. Sus redes sociales no son escaparate, sino crónica vecinal: vídeos sin guion, testimonios reales, asambleas abiertas.
En lugar de pedir apoyo, muestra trabajo.Visualidad honesta. La estética de sus materiales (fotos de actos locales, carteles sin artificio, vídeos con subtítulos sencillos) transmite transparencia. Frente a la saturación estética de la política digital, Mamdani apuesta por la realidad sin filtro.
Mensaje moral y concreto. Su lema más reconocible, “Housing Is a Human Right”, resume su narrativa: una idea de justicia sin grandilocuencia, articulada en torno a la vida cotidiana.
No busca una épica de cambio, sino una ética de cuidado. Mientras Obama levantaba un movimiento, Mamdani teje comunidad duradera.
🔎 Dos generaciones, dos tonos
Obama emergió de un mundo donde Internet era sinónimo de oportunidad. Su comunicación era aspiracional, coral, luminosa. Representaba la fe en la capacidad de la política para reconciliar un país herido. Mamdani habita el tiempo del escepticismo digital. Las redes ya no son promesa de democracia, sino campo de batalla. Por eso su discurso es más íntimo, más pedagógico y más local. Donde Obama hablaba de futuro, Mamdani habla de presente; donde uno prometía esperanza, el otro defiende derechos.
El tono también cambia:
Obama seducía desde la elocuencia;
Mamdani convence desde la constancia.
Ambos, sin embargo, se anclan en lo moral: en la idea de que la política puede seguir siendo una herramienta de dignidad.
Obama inspiró desde arriba; Mamdani persuade desde el suelo.
⚙️ Lecciones cruzadas para la comunicación política contemporánea
La emoción cambia de escala. Obama la nacionalizó; Mamdani la localiza. La movilización efectiva ya no depende del alcance, sino de la autenticidad.
La comunidad sustituye al movimiento. Las estructuras de masas pierden peso frente a redes pequeñas, cohesionadas y persistentes.
La autenticidad no se simula. En la era de la sobreproducción digital, el exceso de forma destruye el fondo. La coherencia vale más que la estética.
La tecnología dejó de ser el mensaje. En 2008, el poder era digitalizar la política; en 2025, es humanizar el algoritmo.
La credibilidad se construye con pruebas de realidad. Mostrar lo que se hace pesa más que prometer lo que se hará.
🧭 En clave 2026
Obama fue la voz de una era que creía en la reinvención de la política. Mamdani representa una generación que aún cree en su utilidad, pero desde la vulnerabilidad y el compromiso cotidiano. Ambos demostraron que la comunicación política no se trata de ganar titulares ni elecciones, sino de reconstruir sentido colectivo. Y eso —en tiempos de desinformación y ruido— vuelve a ser revolucionario.
La política no necesita más eslóganes. Necesita voces que todavía crean en la gente.
Gracias a Patricio Encina Figueroa por la idea central de este artículo.
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